FELICIDAD Y VIRTUD EN LA REFLEXIÓN ÉTICA DE ARISTÓTELES

Resumen

EL SENTIDO, la búsqueda y el encuentro de la felicidad se dan indisolublemente en la existencia del ser humano. La naturaleza racional de la persona nos ofrece un rasgo notorio y un testimonio vivo de propensión hacia el bien y la felicidad. La felicidad habrá de ser entendida, desde ahora, como logro y con quista de un hacer humano, ocupado y preocupado por alcanzar las armonías debidas entre las acciones y actos concretos, con los criterios de normación surgidos de una conciencia crítica que los pondera y articula, con profundo sentido de responsabilidad y en base a un juego diversificado y dialéctico de los criterios éticos.

La presencia de la moral en la conducción del pensamiento y de la acción es, ante todo y mucho más que una ciencia, una técnica o un arte, un quehacer práctico. La conquista de la felicidad se logrará en la medida en que la obra humana cumpla con los fines valiosos que a manera de postulados fundamenta les, mueven su entusiasmo y su hacer cotidiano. La ética y la moral cumplen aquí, un papel elevado de conducción del obrar humano hacia el logro del bien y con ello de la felicidad.