MI EXPERIENCIA CON EL NORTE MEXICANO
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Resumen
Mi tierra, mi pueblo, en donde me cortaron el ombligo, como allá coloquialmente se dice, es sierra fría y húmeda. Rica vegetación, mezcla de pinos y helechos, de duraznos, ciruelas y manzanas, profundos barrancos dan al ambiente aromas vegetales y frescos. Ese fue el hábitat de mi niñez y juventud. Más tarde conocí otros medios pero mi encuentro con el mundo norteño, con los cactus y el desierto fue tardío. Hombres y campo, recios y soleados, lejanos de los "muñecos de niebla" como denominara María Caso a los serranos los conocí ya tarde, impresionándome hondamente. Conocí el desierto por Manuel José Othón y luego por breve estancia en Monclova.
Mis primeros contactos con los hombres de estas latitudes fueron afortunados. Tarde conocí y gusté de las obras de Nemesio García Naranjo, brillante inteligencia y atildada pluma. Supe de él por mi padre y la historia, que me mostró los errores que la soberbia intelectual hace cometer a muchos hombres, la equívoca conciencia de su superioridad.
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