GEOHISTORIA DEL NORESTE DE MÉXICO
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Resumen
El término “provincias internas”, usado esporádicamente en la segunda mitad del siglo XVI, se generaliza en el XVII y se consagra en el XYIII como un nombre propio geográfico (que debe escribirse con ma-yúsculas) aplicado al vasto e indefinido septentrión de llueva España, a la frontier que cada vez se aleja más del centro nuclear del país.
Más al norte de la “tierra de chichimecas” y de la Mesoamérica etnogeográfica se distendía, como en abanico, la interminable planicie (desértica y semi-desértica en grandes porciones), dividida longitudinalmente por los sistemas orográficos Sierra Madre Occidental-Montañas Rocallosas y Sierra Madre Oriental-Montes de Sacramento, con sus respectivas vertientes hacia el Océano Pacífico y el Golfo de México. Espacios abiertos, dentro y hacia afuera de esos largos y sinuosos escudos orográficos, con todas las escalas climáticas y paisajes fantásticos, habitados por el útil bisonte (ya representado, gráficamente, en la Historia, de Gómara, 1552) y por incontables tribus nómadas y belicosas (más dinámicas desde que dispusieron del caballo), que luchaban entre sí pero también, cuando irrumpió a sus lares, contra el hombre blanco -particularmente contra éste-, cuya conquista resistieron por siglos.
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