DESEMPLEO Y POBREZA: EL BINOMIO EXCLUYENTE
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Resumen
EL TRABAJO HUMANO ES EL ELEMENTO DISTINTIVO por excelencia por medio del cual los seres humanos transforman la naturaleza; innovan y crean nuevos bienes y conocimientos en un permanente intercambio de energía por satisfactores. En la sociedad actual, tener un empleo1 implica la posibilidad de acceso a otras fuentes de bienestar social como son la alimentación, la salud y la educación. Sin embargo los altos índices de desempleo en el mundo2 conminan a cuestionar a nivel mundial, la efectividad del crecimiento económico como generador de empleos más y mejor remunerados y la creación de la riqueza vía la mayor libertad de circulación de bienes, de capitales y de trabajadores de un país a otro. Y a nivel nacional se impone una reflexión –por un lado-, sobre la política de empleo, es decir, las acciones con que el gobierno mexicano se propone amortiguar o disminuir el desempleo y -por el otro-, en qué medida dichos programas están orientados e incluyen a la población en condiciones de pobreza.
En México y a raíz de la crisis económica de principios de los 80, los gobiernos empezaron a buscar otras estrategias de desarrollo económico, con apertura al extranjero y ajuste estructural al interior del país.
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