EL HOMBRE DE NUESTRO TIEMPO Y LA PAZ
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Resumen
DENTRO DE LAS INQUIETUDES que afligen al hombre de nuestro tiempo, destaca la cada vez mayor y peligrosa de la eventual proximidad de la guerra atómica, en sus ya diversas variantes, así como el empleo de nuevas armas que sobrepasan con mucho la reacción del cerebro humano y que algún escritor ha llamado "la batalla de las computadoras", así como de otras celosamente guardadas para su oportunidad. Es, -sólo ahora- que el hombre ha comenzado a “pensar en lo impensable”
Las primeras afloraciones de tal inquietud se observan en las capitales de una cada vez mayor cantidad de países, en las que numerosos grupos de personas recorren las calles y se detienen ante los edificios públicos. Se manifiesta no sólo con la presencia física, sino también con pancartas de contenido eminentemente pacifista, tales como: "Señor, haznos instrumentos de tu paz", "No puede haber una guerra nuclear limitada", "Los niños no podrán sobrevivir a la guerra nuclear", "Alto a la carrera armamentista" y otros más, como así ha acontecido ante el edificio de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, para hacer pública su protesta, no sólo contra las armas nucleares, sino también por la carrera armamentista que consume gran parte de los erarios públicos de las superpotencias envueltas en tan terrífica tarea.
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