LA POESÍA DE MARGARITA LÓPEZ PORTILLO
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Resumen
Introducción
VIVIR LA VIRGINAL esencia de la poesía por la vía cordial sin que la razón hunda en ella su garra, es algo muy diverso al apoderamiento discursivo de la sustancia poética con el propósito de analizarla y desentrañar sus procedimientos. Imposible realizar las dos actitudes al mismo tiempo. Pero cabe sumergirse, primero, en el misterio de ese mundo soñado entre sueños, en el lecho desencantado de la propia vista que apenas nos deja alzar la vez hacia el Absoluto a fuerza de ahogar entre gritos la palabra sagrada de los cielos. Tras la vivencia estética viene el análisis discursivo, la elucidación de las relaciones entre los signos de la lengua trastornada en su significación para transmutarla en sustancia y visión poética. Todo poeta trabaja con elementos psíquicos perfectamente individualizados, con percepciones sensoriales y con contenidos afectivos que se integran en la complejidad sintética del poema. Sólo cuando se dan chispazos metafísicos del sentimiento, los versos llevan el nombre de poema. La configuración del poema consta de materia y forma. Aquello que el poema expresa próxima o remotamente es su materia. Pero la poesía, si lo es auténticamente, debe ser la conformación poética de su materia -asunto o tema que no se da cabalmente sino por la belleza de los sentimientos llevados a un grado de abstracción.
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