EL DIÁLOGO FILOSÓFICO INTER-CULTURAL EN UN MUNDO GLOBALIZADO
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Resumen
El hombre es un ser constitutivamente dialógico. Y es dialógico porque tiene una dimensión comunicativa. Comunicación es el proceso personal de actos intencionalmente dirigidos por medio de signos, a una o varias personas, para que asimilen el concepto o el conjunto de conceptos idóneos para modificar o reforzar comportamientos. Las ideas personales son privativas de cada quien; lo único que cabe es suscitar ideas similares. Mientras que en las transfusiones de sangre se recibe realmente la sangre del otro, en la comunicación de ideas sólo se reciben signos o símbolos convencionales, pero no las ideas vivenciadas por el otro. El símbolo sólo es vehículo de una realidad que se quiere transmitir en el mensaje. Y el mensaje esta referido al receptor que tendrá que descodificarlo. Trátase de inducirle a una vivencia suya aunque similar a la del emisor. La buena comunicación produce actitudes vitales concordes entre emisores y receptores. En la medida en que no exista similitud entre las ideas del emisor y las ideas del receptor, cabe hablar de "descomuniciación". No es lo mismo una mala comunicación donde existe al fin y al cabo una rudimentaria aunque deficiente comunicación, que una descomuniciación en donde se da una ausencia total de comunicación.
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