LA PASIÓN COMO REVELACIÓN DEL MUNDO
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Resumen
Ezra Pound al final de su vida, parafraseando el "Eclesiastés", afirmó que había un tiempo para hablar y un tiempo para callar. El "Eclesiastés" dice: "Tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar."
Octavio Paz (Ciudad de México, 1914-1998), al inicio de su ser lo que es, entre 1930 y 1943, se dio a la tarea de afinar el canto y preparar el terreno para la cosecha futura. Su infatigable curiosidad, como aconsejara Rilke, fue sometida al proceso, tanto sentimental como intelectual, de la educación. Su poesía y su quehacer ensayístico, en estrecho diálogo va desde entonces, dieron testimonio de esta culta curiosidad que se afanaba en la búsqueda no tanto de las posibles respuestas como sí de los misterios fundamentales. Misterios que habrían de solventar su discurso poético, su naturaleza lírica.
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