GÓNGORA AL OTRO LADO DEL ESPEJO. UNA LECTURA DE EL POLIFEMO (EL CANTO DE LAS ÍNSULAS EXTRAÑAS)
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Resumen
A la orilla de un caudaloso río una piara colmilluda hace tientos en el aire.
Gruñe. Deja espumas sobre la pana de las rugosas calzas. La poesía, aquello que vivimos por el canto, por el oído vemos
engazando edificios en su plata,
de muros se corona,
rocas abraza, islas aprisiona,
de la alta gruta donde se desata
sobre la densidad tosca de la realidad, don Luis atreve. Es el orgulloso a quien el gusanillo de la envidia obliga. Figura que atraviesa el río donde las ninfas se sumergen. Diligente cazador, nunca feliz cortesano, enfrenta a la piara de los cinchados jabalíes. Camoes es otro poeta que, como lo hará don Luis, estando ya en su patria, hace suya la condición de exilio con respecto a la corte y al beneficio que ésta representa.
En 1580, en Salamanca, aparece la traducción de Luis Gómez de Tapia de Los Lusíadas. En las preliminares el joven Góngora edita su canción “Suene la trompa bélica”, que bien pudiera ser considerada como su primer poema publicado. La relación entre Góngora y Camoes no termina aquí, sino que recién empieza. A los dos seducen las ninfas, y a los dos les huyen. La distancia entre ellos y ellas, la ausencia y el vacío se verán poblados por la sensualidad dadora que su imaginación poética potencia y satura.
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