SOBRE LA FILOSOFÍA MEXICANA, POR EJEMPLO
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Resumen
¿Para qué estudiar la filosofía mexicana? Se puede responder a la pregunta de una manera breve: estudiar la filosofía mexicana es una manera de expandir la tradición filosófica, así como una oportunidad para enriquecerla. A partir de esta respuesta surge otra duda: ¿por qué se deberían atender esas voces, problemas, argumentos? El problema se ha vuelto más amplio. Para abordarlo, no se puede pasar por alto el siguiente hecho: cuando se discute sobre filosofía latinoamericana, y de manera particular sobre cualquier filosofía de la región, se suele caer en dos oposiciones falsas: la primera, entre un universalismo abstracto y un particularismo cultural; la segunda, entre recursos positivos y recursos negativos. El presente artículo caracteriza dichas oposiciones, mostrando su falsedad y proponiendo una oposición genuina. La falsedad de estas oposiciones radica en que se abordan desde el modelo de una epistemología estática, en la que se opera con conceptos estáticos que conducen a laoposición. Desde este esquema, la disyunción entre una posición y otra es inevitable. A diferencia de esto, una epistemología nómada convierte a las posiciones en los extremos de un continuo nómada de frecuentes idas y vueltas entre lo abstracto y lo concreto, un ir del pensar y el razonar al mirar y al escuchar, y viceversa, una y otra vez. A partir de aquí se propone una oposición genuina: la oposición entre razón arrogante y razón porosa. La primera es una razón que se blinda desde una posición considerada como prestigiosa, la segunda se caracteriza por una apertura y una interacción de pensamientos y razonamientos.